domingo, 7 de diciembre de 2014

LA RADIO, UN ELEMENTO ÚTIL PARA LA SOCIEDAD

LA RADIO, UN ELEMENTO ÚTIL PARA LA 
SOCIEDAD

Por: Jéssica Paola Edquén Aquino

Conforme avanza la historia, se van produciendo nuevos inventos que cada vez llaman más la atención de los usuarios, uno de estos es la radio. Esta desde sus inicios se mostró como un instrumento altamente innovador, pues hasta esos tiempos ningún otro invento generaba un contacto tan directo con la persona. Romo (1987), define a la radio como “un medio de comunicación masivo que  permite una interacción desde los encargados de la transmisión y la sociedad de manera que se pueda lograr una dinámica informativa, entre los radioescuchas” (1).

La radio pasó a ser el centro de atención de la casa, donde toda la familia se reunía cada tarde para escucharla y disfrutarla. Sin embargo, como la tecnología nunca permanece estática, con el tiempo surgió un nuevo invento que se impuso a esta: la televisión. Esta con su amplia gama de funciones, logro acaparar más la atención de la gente, desplazando de esta forma a la radio. A pesar de esto la radio aún sigue manteniendo un gran nivel de aprobación y atracción entre las personas, pues se considera un instrumento de mucha credibilidad, es inmediata en la transmisión de sus aportaciones y es práctica para llevarla a cualquier lugar (especialmente las radios modernas). Fidler (1998) refiere “los nuevos medios aparecen gradualmente por la metamorfosis de los medios antiguos. Cuando emergen nuevas formas de medios de comunicación, las formas antiguas generalmente no mueren, sino que continúan evolucionando y adaptándose” (2).

A través de la radio también se establece un contacto más íntimo con la persona, pues al sólo poder escuchar los mensajes, el único sentido que interviene es el oído. Este al recibir nuevas expresiones y sentir nuevas sensaciones, libera a la persona de la rutina o estrés por la que esté pasando y la conlleva a una mayor distracción y relajación. Es importante tener en cuenta que este sentido, favorece la expansión de la imaginación, pues como ya se mencionó anteriormente, al ser solo un medio audible, permite que la persona reproduzca en su mente los hechos de una manera distinta a los demás (dándole sus propios matices). Kaplún (1998) refirió  "la radio habla a la imaginación, a la emoción,y no sólo a la racionalidad. Un radioteatro o radiodrama con una historia, con una situación, con música, con sonidos, moviliza la participación de los oyentes mucho más que una monótona charla expositiva” (3). La radio no lo deja todo tan claro y preciso como lo hace la televisión, que muy pocas veces deja algo sobreentendido o suelto a la imaginación.
Mediante este sentido además se puede percibir el estado de ánimo de las personas que transmiten la información, las que muchas veces son responsables de cambiar las sensaciones de su público, positiva o negativamente.

Para atraer al público es necesario hacerlo con entusiasmo, voluntad, ímpetu y ganas de querer llegar a estas, es decir, con una verdadera vocación de locutor. Como en toda profesión es mejor hacer algo por gusto y amor, de lo contrario lo más probable es el resultado no sea disfrutado por la audiencia, por el mismo locutor o por ambos a la vez.
Asimismo, al hacer radio se debe tener cuidado con las interferencias y los problemas que se generen con el sonido, pues estos pueden distraer y/o aburrir a la audiencia. “Los sonidos y la música en forma mal utilizada, se convierten en ruido que obstaculiza la comprensión del mensaje” (UNICEF, s.f.) (4).  Por ello es necesario emplear con mayor minuciosidad y atención cada detalle antes de salir al air, pues así, se estaría asegurando un mejor espectáculo para el radioyente.

Es importante también conocer al público, tener en cuenta sus costumbres, ideales y cultura para que este sea más susceptible a recibir los mensajes con la mayor naturalidad posible. Para ello es necesario realizar una previa investigación de la comunidad a la que se llegue.
Expresarse con palabras sencillas, frases no muy amplias y de vez en cuando utilizando algunas jergas (reconocidas por la cultura de la población), permitirá que la audiencia recepcione mejor el mensaje. No se debe olvidar que cuando uno está hablando por radio, se está vinculando más de cerca con la persona, por ello es necesario hacerla sentir más en confianza. Hay que tener en cuenta, no emplear palabras muy subidas de tono (groseras) pues el público puede ser susceptible a estas, sentirse defraudado y disminuir su preferencia por la emisora. Se recomienda además no dar expresiones que las personas desconozcan (por ejemplo las palabras muy técnicas), pues como en toda comunicación, cuando el código falla, la comunicación se torna deficiente. A través de la radio también se puede educar a la audiencia. Esto se puede lograr de una manera discreta, sencilla y hasta desapercibida, pues si bien es cierto las personas escuchan constantemente la radio, estas al oír tan a menudo nuevas expresiones, las podrán adherir a su repertorio lingüístico.

Educar con algunas expresiones técnicas que sean importantes inculcarles a las personas; palabras o frases que puedan expresarse a diario, que les sirva para enriquecer su vocabulario y promover su desarrollo personal. Pero siempre teniendo cuidado de no ser demasiados inentendibles con términos que sean difíciles hasta para el propio locutor.

Así también, ya que la actual sociedad lingüísticamente tiene cierta inclinación machista, se puede educar a las personas empleando palabras que diferencien al sexo masculino del femenino, dejando así de generalizar las expresiones con palabras o artículos masculinos, como la sociedad ya está tan acostumbrada. Se debe aprovechar positivamente de la gran influencia que tiene la prensa sobre las personas, y contribuir con la sociedad generando en las personas nuevas y mejores formas de hablar.

Por otro lado, la radio contribuye con sus radioyentes cuando les brinda la oportunidad de expresarse a través de este medio. Esta interacción favorece el acercamiento y confianza de la audiencia con la radio, pues al permitir que estas expresen sus ideas, satisfacciones, quejas o cualquier otro tipo de bienestar o malestar, ayuda a que su audiencia se sienta importante y escuchada. Al llegar a este punto, se puede hablar de dos tipos de radio: la radio comercial y la radio comunitaria.

En el caso de la radio comercial, estas buscan mayormente entretener y divertir a su audiencia, priorizando siempre sus intereses económicos, es decir con un fin netamente lucrativo. Respecto a la radio comunitaria, difiere principalmente de la comercial, pues su fin principal es “realizar un servicio a su comunidad” (Calvo, 2011) (5). Estas se encuentran más comprometidas con los problemas de su ciudadanía, pues permiten que sus ciudadanos expongan y denuncien cualquier tipo de inconveniente con sus autoridades, servicios o cualquier otro tema relacionado con su comunidad. Estas radios no son supeditas pon ningún tipo de partido políticos o autoridad dominante. Además, si bien cierto, el dinero no es su prioridad, también lo requieren, pues como en toda entidad tienen recibos y honorarios que pagar. Estas solventan sus gastos básicamente de “recibir donaciones, tener patrocinios y hacer publicidad como cualquier otra empresa de comunicaciones” (Flores M. & Zabala K., 2014) (6). Se debe tener cuidado con esta última, pues ante cualquier problema o inconveniente de la comunidad con algo relacionado a la publicidad promocionada, es necesario que el locutor la exprese, pues de lo contrario estaría faltándole a su pueblo como portavoz de sus problemas. En la actualidad se requiere mucho de este tipo de radios comunitarias, pues permiten denunciar actos de corrupción, altamente latentes hoy en día.

Asimismo, incorporar la tecnología a la radio, brinda muchos beneficios, pues gracias a esta (internet, canales de televisión, prensa escrita entre otras) se puede llenar de información al radioyente. Esta información puede ser noticias, recetas de cocina, consejos o cualquier otro tipo de contenido que sea de interés de la audiencia.

Por todo lo expuesto, se puede decir que la radio es un instrumento de suma importancia en la vida del ser humano, pues informa, entretiene, educa, sirve de compañera y además permite que la sociedad exprese libremente sus problemas. Con esto se le estaría atribuyendo una gran responsabilidad a la radio, la que debería contar con locutores con una verdadera vocación de servicio y prestos a estar atentos para no cometer muchos errores que influencien negativamente en su audiencia.


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